sábado, 15 de enero de 2011

DE QUIÉN ES EL PENACHO DE MOCTEZUMA ?



Número 12 mayo-junio 1997
DE QUIÉN ES EL PENACHO DE MOCTEZUMA ?
http://swadesh.unam.mx/actualidades/Actualidades/12/texto12/penacho.html
Carmen Cook de Leonard






Se ha estado anunciando que el gobierno de Austria ha concedido mandar a México el llamado "Penacho de Moctezuma", presionado por un grupo de concheros mexicanos. Sin embargo, es necesario conocer la historia de esta obra de arte única y universal, y la falsa postura que estaría tomando México al solicitar oficialmente este envio.



Este penacho no fue "robado" a México, palabra despectiva que ya se ha usado hasta en televisión, pues es parte del envio de 158 piezas de variable valor, que mandó Moctezuma como regalo, como era cos-tumbre en aquel entonces, a Cortés como importante visitante. De estas piezas el objeto más valioso para los españoles no fue el penacho, sino tres discos metálicos, representando al Sol, la Luna y Venus, el primero de oro puro y de dos metros de diámetro, pesando 17 kilos, que fue en número 1 del documento preparado como inventario por dos notarios en la Villa Rica de la Vera Cruz, el 5 de no-viembre de 1519, en duplicado, una copia para la reina y la otra para Carlos V. La primera se encuentra en Sevilla y la otra en la Biblioteca Nacional de Viena con el número: Ser. Nova 1600 (hist. prof. 1200, olim. W 5279). Fue enviada la lista anexa a la Primera Carta de Cortés al rey.

Brevemente, la trayectoria de la colección, desde 1519, fue la siguiente:

Estuvo la colección en exhibición en Bruselas, donde la pudieron ver destacados personajes de la época, entre ellos Durero, que dejó en sus memorias su expresión de admiración en exaltadas palabras. En 1563 pasó a manos de Fernando, conde de Tirol, hijo de Fernando I y sobrino de Carlos V, al recibir el palacio de Ambras, en donde se colocó en su gabinete de arte la colección mexicana. Después de la muerte del conde, en 1595, se levantó nuevo inventario, pero en los siguientes siglos hubo varios movimientos de la colección, forzados por guerras, para terminar finalmente en Viena en 1817. Descansó en las bodegas hasta que fue redescubierto el penacho en 1878. Reconociéndose su valor artístico, se tomó la decisión de hacer su reparación, pues en los viajes había sufrido desperfectos; el peor era el desperfecto de las plumas por la polilla, aflojadas las cuerdas del respaldo y perdidos la mayor parte de los discos de oro y otros ornamentos del mismo metal. La reparación se hizo lo mejor que se pudo, con los materiales disponibles. Las plumas usadas en el original, que son Pharomacras mocinno La Llave, Cotinga amabilidad Gould, Piaya cayana I y Ajajá I, no pudieron reponerse con los mismos pájaros mexicanos, con excepción del quetzal, que se importaba en el siglo pasado para los sombreros de las damas. Las plumas de la cotinga, se sustituyeron por un pájaro ártico de Siberia, pero sobreponiendo todo el pellejo del pájaro a las deterioradas plumas que quedaban, muy en contra de la técnica de la plumaria, que coloca plumita por plumita. Las otras dos plumas, del flamenco y del cucú, fueron repuestas por otras europeas, lo más similares posible. Las piezas de oro caídas que es como 50 por ciento, fueron repuestas por discos de bronce dorado, que des-tacan por su color de las auténticas de oro.
La descripción del penacho en el inventario de 1519, es como sigue:


N 12: Yten mas una pieza grande de plumajes de colores que se ponen en la caveza en que ay a la redonda della sesenta y ocho pizas pequeñas de oro que sera cada una como medio cuarta y debxo dellas veynte torrecitas de oro.

La cantidad de 68 discos de oro identifica sin lugar a duda el penacho como el mismo que ahora se encuentra en el Museo de Viena.

Resumiendo:

1.- El penacho nunca lo usó Moctezuma.
2.- Es una de las 158 piezas como regalo de Moctezuma a Cortés, que a su vez las envió al rey de España, por lo que no fue robado.
3.- El penacho se ha conservado por los amantes del arte a través de casi cinco siglos, con el cariño que merece, a pesar de guerras y por lo menos diez cambios de lugar.
4.- Se encuentra en un lugar privilegiado en el Museo de Viena, en que puede ser admirado por visitantes, mostrando la grandeza de nuestro pasado e invitando a que nos conozcan mejor. Es uno de nuestros mejores embajadores.
5.- Por los estragos del tiempo y las reposiciones de materiales nuevos, ya el penacho tiene poco del original. Las cuerdas del respaldo están flojas y algunas plumas sueltas; las pieles para su sostén están duras y quebradizas.
6.- Tenemos en México una copia fidedigna, al tamaño, del original, hecha en 1958 por órdenes del licenciado Raúl Noriega, entonces oficial mayor de la Secretaría de Hacienda, con plumas auténticas, colocadas con la técnica de la plumaria, las piezas de oro copiadas con oro fino mexicano, custodiado por el Museo Nacional de Historia en Chapultepec.
7.- Por nuestra dignidad como nación y por el buen nombre de México, mostremos nuestro sentido de justicia y nuestra cultura, reconociendo como propietaria del penacho a la nación de Austria.

Ultimamente se ha hecho muy popular por individuos y por grupos, destacarse y hacer pasar por grandes patriotas, solicitando el regreso de piezas de origen mexicano que se encuentran en el extranjero. Como lo estamos viendo, no todas tienen el mismo origen. Debe tomarse muy en cuenta la historia de cómo llegó a su destino extranjero el objeto. Si un mexicano la vendió, siendo el legítimo propietario, o si por contrato oficial de excavación o intercambio, se concedió a una universidad o museo extranjero el objeto, debe considerarse legítimo propietario. Sin embargo, si investigamos un poco, podemos encontrar muchos objetos arqueológicos que salieron clandestinamente del país, que por justicia deben volver a México. Así, pues, cada caso debe estudiarse y ponderarse antes de provocar malentendidos y manchar el buen nombre de México.


*Excélsior, 24 de febrero, 1988,
No. 25826. Sección Cultural, p. 1.

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